lunes, 15 de septiembre de 2014

Arbeloa, el más malo pero con más suerte.

Hay una persona en este país, un jugador de fútbol que tienes más suerte que el calvo de la Lotería. Es Arbeloa, el lateral derecho del Real Madrid. Os preguntareis porque digo que tiene suerte. Os lo voy a contar.

Arbeloa es el lateral derecho del equipo madridista. Su calidad es bastante lamentable, el madrileño no tiene velocidad, no sabe atacar, no sabe defender y no sabe centrar, le faltan todas las cualidades que necesita un jugador en su puesto. No lo pueden poner en otra posición porque delante no tiene gol, y en el centro tampoco se puede porque no sabe tocar el balón. Entonces... ¿Que demonios sabe hacer Alvaro Arbeloa? Pues lo único que sabe hacer es dar patadas sin sentido, escupir a los demás jugadores y hacer cerdadas de las grandes, lo que es lo mismo, un asqueroso en el terreno de juego.

Cono de Oro al peor defensa del Siglo




Su humildad brilla por su ausencia. Ademas, él piensa que es un gran jugador y me remito al ejemplo de que Del Bosque le dejó fuera de la selección por su lamentable falta de calidad y su comportamiento poco noble dentro del terreno de juego, enseguida él anunció en Twitter que se retiraba de la selección. Me parto con este censo manio. Solo es un sinvergüenza que suele insultar por las redes sociales a los demás equipos y a jugadores rivales.

La suerte la tiene porque con lo penoso que es jugando al fútbol, ha ganado dos Eurocopas y un Mundial con España. En la primera Euro y en el Mundial era reserva y aun así ganó gracias a la calidad de sus compañeros. En la tercera era titular, pero vamos que si me pongo yo hago lo mismo. Sus propios compañeros no le pasaban el balón porque si lo hacían perdíamos la pelota. Vuelvo a repetir, pero esta vez en mayúsculas LAMENTABLE.

Me encantaría recordar el partido de Copa del Rey de la temporada 2013-2014 contra el Atletico de Madrid, donde él y su amiguito el cuerna de Pepe se dedicaron todo el rato a darle pataditas y a intentar provocar a Diego Costa. ¡Que par de seres!

Decididamente, si nosotros entrenásemos todos los días igual que Alvaro Arbeloa y nos cuidásemos como un futbolista profesional, seguramente seriamos mejores que él.

NOOOO

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