Inventos mal inventados

Hay invenciones que usamos a diario en la vida cotidiana y que no sirven de una puta mierda, aún así, nosotros, seguimos echando mano de ellos y usándolos aunque no funcionen bien del todo, porque están ahí y si están es por algo. Estos son algunos de los peores inventos cotidianos:

El secador de manos de los servicios de los bares. Un aparato que echa aire caliente en nuestras manos para secarlas, supuestamente, porque todavía no he visto a nadie que haya salido del baño después de lavarse las manos y no se las haya restregado contra el pantalón para terminar de secárselas. Y además como no atines con la posición de las manos eso se apaga porque no las detecta. Un invento deprimente que estará dándole un montón de pasta a quien lo patentó. Y eso que no sirve ni para tomar por culo. ¡Vivan las toallas!

Sin comentarios

Las servilletas de papel de los bares. No limpian, restriegan, se rompen con facilidad, se deshacen con el liquido y lo que es peor, cuando están arrugadas pinchan y raspan. Sería mucho mejor que las quitasen del mercado y en su lugar pusieran rollos de papel higiénico que es mucho más suave y si que limpia, pueden dar fe nuestros ojetes.

Los champús anti-caída de cabello. Te los echas una y otra vez, y los dejas unos minutos antes de aclararte el pelo, y así una y mil veces para que luego cuando vas haciéndote viejo te quedes más calvo que una bombilla. Un penoso invento que sabiendo que no funciona lo seguimos usando con asiduidad.

La luz amarilla de los semáforos. En realidad es muy útil, se inventó para frenar y que la gente no se saltase los semáforos en rojo. Pero lo normal es que se use al revés, aceleramos para evitar el color rojo. No debe de ser muy buen invento cuando se creó para algo y se usa para todo lo contrario.

Los WC turcos. Pero por favor, en que demonios pensaba el inventor de esta guarrada. Eso no lo usa ni un chucho callejero. Cagar no puedes cagar, porque te arriesgas a que lo que salga, lleve dirección equivocada y te caiga en los calzoncillos, y como no te des cuenta cuando te los subas entonces eres víctima de la carpanta. Y mear tampoco es que sea muy cómodo, porque tienes que apuntar, y más te vale ser Billy El Niño, porque como falles y no le des al agujero, lo más probable es que te salpiques en los zapatos. Y lo peor de todo es que tiene un enorme agujero en medio que si estas cagando y no puedes ver, puede dar bastante mal rollo, imagínate que una rata sale de él mientras haces aguas mayores y te pega un bocado en el ojete.

El, posiblemente, peor invento de la humanidad