viernes, 1 de agosto de 2014

Justin Bieber y su amiguita Miley Cyrus, ¡Asquerosos!

Hoy en día en el mundo de la música, hay tres formas de triunfar:

1ª Hacer grandes canciones.
2ª Enseñar el culo y las tetas
3ª Entrar en un programa de televisión musical
4ª hacer el gilipollas por el mundo, insultar y salir en las noticias por emborracharse

En esta cuarta categoría entran los dos personajes, porque son eso personajes, de los que hablamos aquí. Pero vamos a empezar por él. Justin Bieber. Un, supuesto niño prodigio... ¡Y una mierdaaaa! Bueno, un niñato sin más, que ha triunfado a base de cantar mierda pura, canciones para las quinceañeras en edad de conocer su cuerpo con fotitos del chaval en sus carpetas de instituto.

Huy que musculos, que terror




Una vez ganó pasta con su lamentable disco, Justin se ha dedicado a gastar el dinero en fiestas y vicios, lo que le lleva a salir borracho y pelearse, drogarse, enfrentarse por las redes sociales con otra gente famosa. Todo para poder dar la nota y seguir siendo el centro de atención de las chicas porque creemos que su cabecita no da más de si para la música. Una joya el chico. Pero, ¿Y sus padres que opinan de esto? Pues tampoco deben de opinar mucho porque se la trae floja lo que haga o deje de hacer su hijo.

En el lado femenino está Miley Cyrus. Esta chica se hizo famosa trabajando en una serie para niños llamada Hanna Montana de Disney, le costó deshacerse de ese rol y meterse en el mundillo de la música. Su brillante idea fue empezar a cantar basura y después enseñar las tetas en actos públicos, se convirtió en malvada, tan malísima es, que solo se le puede comparar al mismísimo Darth Vader, ¡Que miedo macho!

Dientes limpios con PROFIDEN


Su música es aburrida, sus canciones un truño y sus espectáculos bochornosos. La gente solo va a sus concierto para ver que es lo nuevo que va a hacer Miley para ser noticia.

Es triste que la gente del mundo de la música tenga que triunfar enseñando carne y siendo la noticia mala. Pero esto es lo que toca vivir. Ni son cantantes ni son na de na. La música les importa una puta mierda.

Si Beethoven levantara la cabeza... menos mal que era sordo y no podría oír a estos dos payasos cacarear.

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